La Cruz de Ankh, símbolo ancestral de vida y eternidad, trasciende su función
como herramienta de sanación para convertirse en un portal hacia una profunda
conexión espiritual. El Ankh representa la vida en reposo, lista para manifestarse
en el momento en que la persona lo desee. Es un vínculo sagrado entre el mundo
visible y el invisible, esencial para comprender su verdadero significado.
Al activarse, el Ankh permite al individuo verse reflejado en ambos mundos, el
presente y el pasado, uniendo su acción actual con las experiencias de vidas
anteriores. Esta unión, una vez comprendida, se vuelve eterna, asegurando que
nada se pierda en el camino de la evolución.
El Ankh no es un objeto físico, sino una energía universal presente en toda la
creación. Su forma es secundaria a la energía que encarna: unión, amor y
conexión con lo divino. Es un símbolo de fe que trasciende la comprensión
racional, invitándonos a sentir y experimentar su poder a través del corazón.
En manos de los ancestros, el Ankh simboliza su capacidad para guiarnos hacia la
elevación espiritual y la realización de nuestro propósito. Nos recuerda la
importancia de honrarlos y reconocer su amor y guía continua, incluso desde el
mundo invisible. Nos invita a abrazar el amor incondicional de lo divino como la
fuerza que une y sostiene toda la creación.
La Sanación Egipcia: Un Camino hacia el Bienestar Integral
La Sanación Egipcia combina diversas técnicas para brindar bienestar a quienes
lo buscan. A través de la conexión con el amor ancestral y mensajes sanadores,
se abordan situaciones presentes que tienen raíz en vidas pasadas. Basada en
principios como el amor, la conexión interior, la verdad, la justicia, la gratitud, la
plenitud y la evolución, esta terapia promueve la sanación profunda.
El poder de los jeroglíficos se utiliza para fomentar la conexión y el despertar de
conciencia, equilibrando y restaurando la esencia multidimensional del individuo.
La canalización con guías, maestros y ancestros permite evaluar situaciones,
emociones y pensamientos, ofreciendo revelaciones sobre los aprendizajes de las
experiencias vividas.
El resultado es la liberación de apegos, la armonía y el bienestar. La disposición
del corazón para sanar con consciencia es clave para obtener resultados
maravillosos. Este proceso terapéutico de 90 minutos permite un análisis e
intervención profunda, fortaleciendo la conexión con el alma.
Como decían en el Antiguo Egipto: «Cuando el corazón noble toma consciencia y
puede hablar de un proceso pasado sin tristeza, has sanado. Todo es fe, es Ankh».