Para lograr comprender que es la gemoterapia en primer lugar debemos pensar qué son los cristales y más aún, como se forman. Los diversos cuarzos, cristales u otros que se utilizan en la terapia cristal son formaciones minerales de miles de millones de años, bajo diversas condiciones de temperatura, profundidad, presión, etc. Y se forman en la tierra, en el útero de la diosa Madre. Y al pasar por este milenario proceso cada cristal, cada formación mineral es poseedora de una frecuencia vibratoria, de una energía altamente particular.  

La gemoterapia es un tratamiento que puede trabajar sobre diversas condiciones que afecten al ser humano o cualquier ser vivo, tales como dolores físicos, dolencias emocionales, depresión, ansiedad, problemas del sueño, baja autoestima, situaciones que no están fluyendo como la abundancia, tener una relación de pareja sana, superar un trauma… y pues ¿cómo es que podemos tratar tantas áreas o temas tan diversos?  Y la respuesta viene del mundo energético, la frecuencia vibratoria de cada cristal se traduce en una infinidad de propiedades que al estar en contacto con nosotros y nuestro campo energético generan una resonancia, una onda energética que se expande por todos nuestros cuerpos y nos lleva a un estado determinado ¿Qué estado particular? Dependerá directamente de los cristales que se están utilizando y además de nuestra capacidad o apertura para permitir el ingreso de las energías, que tanto conecto con la vibración, que tanto me permito conectar y resonar con dicha energía.

En una visión superficial es un tema quizás complejo de comprender, sin embargo, si pensamos que en realidad somos energía tan altamente densificada que se transforma en materia física, entonces es mucho más sencillo comprender que la respuesta a nuestro bienestar esté en el mundo energético.

La parte práctica de la gemoterapia se basa en colocar físicamente o a distancia una variedad de cristales, se puede acompañar además de elixires (que se ingieren) para generar el cambio frecuencial desde adentro hacia fuera y se puede acompañar además de conexiones o meditaciones con cristales personales y/o maestros.

Los efectos que podemos experimentar con cristaloterapia son infinitos, entre algunos podemos destacar:

  • Alivio de dolores
  • Mejora considerable del estado anímico
  • Lograr contener una respuesta emocional extrema
  • Fortalecer nuestra autoestima
  • Fomentar una comunicación asertiva, saludable y respetuosa
  • Liberar bloqueos emocionales
  • Permitir una mejor adaptación a situaciones de estrés reiterado
  • Entre otros
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